A Bombonera llena, Boca y River empataron 2-2 en la primera final de la Copa y dejaron la serie abierta para la definición en Núñez. Con la sorpresa de la línea de 5 por parte de Gallardo y Guillermo apostando por el doble 9 tras la lesión de Pavón, el Superclásico fue de ida y vuelta durante gran parte del tiempo.

Entre el buen juego de la visita y algunas salvadas de Agustín Rossi, Boca perdió a Cristian Pavón por una lesión muscular, dejándole su lugar a Darío Benedetto (y cambiando así el esquema). A pesar del asedio de River, Wanchope no perdonó dentro del área y facturó el 1-0 de zurda con un remate al primer palo que Armani no pudo contener, en lo que fue la primera acción de peligro neta del Xeneize. Sin embargo, a los segundos y desde el saque del medio, el conjunto ayer dirigido por Matías Biscay consiguió el empate gracias a un pase de Gonzalo Martínez que Lucas Pratto transformó en gol con un derechazo cruzado.

Luego del empate el partido estuvo dividido con dos posturas claras: River que seguía apostando al juego de toques rápidos y que manejaba la pelota; Boca se veía amenazante con Sebastián Villa, Benedetto y Wanchope listos para contragolpear. Justamente, mediante la combinación Villa-Benedetto, se dio la segunda explosión en La Bombonera. Centro del 22, testazo del 9 y 2-1 al entretiempo. El primero del Pipa ante River se hizo desear y por fin había llegado; en el momento justo, en el minuto indicado, ante un arquero que le habían convertido poco y nada en esta edición de Copa.

El complemento se desarrolló bajo las mismas ideas, aunque River sintió un poco más el desgaste y no fue tan intenso como en la primera etapa. Desde un tiro libre en mitad de cancha, el Millonario llegó al empate mediante una acción desafortunada de Carlos Izquierdoz, que rozó la pelota con la cabeza y terminó por convertir en contra el tanto de la igualdad. El partido se aplacó, los dos equipos no generaron mucho juego, pero había tiempo para una más: Carlos Tevez jugó la pared con Ábila y habilitó a Benedetto, quien quedó mano a mano con Armani pero no pudo definir bien ante la presencia del 1, que salió rápido a atorarlo. No hubo tiempo para más y Tobar pitó el final. La final del mundo se define en el Monumental.

Tanto Boca como River tendrán una sola baja (por el momento) para el partido decisivo. Rafael Santos Borré vio la tercera amarilla y cumplirá una fecha de suspensión, mientras que Pavón sufrió un desgarro y, en caso de que llegue, será muy al límite, casi imposible. Será un encuentro con mucha tensión y áspero, mucho más de lo que se vio en La Bombonera (había muchos condicionados y eso jugó en ambos equipos). Lo positivo para el Xeneize es que podrá contar con Nández, Olaza y Pérez ya que fueron amonestados y son jugadores clave para Guillermo Barros Schelotto. Boca apelará a la historia, la lucha y la fiereza; a los jugadores que son hinchas, los que resignaron cosas para llegar al club y los que sueñan levantar la Copa en terreno enemigo. El objetivo está claro, Boca irá por otra hazaña Monumental.

Redaccion: Sebastian Bezerri

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