Boca igualó en cero con Liga de Quito y avanzó a una nueva semifinal de Copa Libertadores. Espera rival del duelo Cerro Porteño-River.
El Xeneize se amoldó a la comodidad del 3-0 a favor que trajo de la altura y jugó con el freno de mano puesto, a media maquina, controlando la pelota cuando se podía y retrocediendo para achicar espacios entre líneas cuando no la podía tener. Eventualmente, tanta relajación y confianza por el resultado global a favor puede generar cierto descuido en algunas maniobras, pasó en un par de jugadas que los ecuatorianos no supieron aprovechar y que sirvieron para despertar al conjunto de La Ribera. Pero Boca siempre se sintió mas que el rival, distendido pudo haber hecho algún gol y con poco, supo generar peligro en el arco contrario.
Los puntos negativos de la noche fueron las lesiones de Salvio y Wanchope Abila, que debieron salir por molestias en el izquiotibial y en el aductor respectivamente. Ambos incidentes son imprevistos que pueden pasar en cualquier momento y los jugadores tuvieron la mala suerte que sea unos dias antes al Superclásico por Superliga.
Estas lesiones desvían el foco de atención a porque se puso titulares en una serie casi resuelta, pero son preguntas con el diario del lunes porque Boca debía defender la ventaja y sentenciar la eliminatoria.
También pasa casi desapercibido que Boca llegó a una nueva semifinal de Copa Libertadores. El Xeneize está nuevamente entre los cuatro mejores de América, es la onceaba vez que llega a semis de las 18 veces que disputó el torneo con el sistema actual.
Aún no se ha ganado nada pero es un logro para destacar siendo un cuerpo técnico que asumió en enero y en medio de una renovación de plantel. Además, en el peor momento del club, vuelve a estar en los partidos importantes del torneo mas relevante a nivel internacional, mientras que otros en su peor momento recorrieron el país pasando vergüenza. En fin, esto es Boca.
Redacción : Martín Casafu
