Boca goleó 4 a 1 a Tigre por la fecha 11 de la Superliga y ahora piensa en la final de la Copa Libertadores.

Pese a no haber empezado el partido de la mejor manera, ya que a los 10′ del primer tiempo el Xeneize estaba 0-1 abajo por el gol de González, la imagen del equipo fue mejorando y concluyó con una goleada para llegar con el ánimo bien en alto a la final histórica con River.

Almendra fue el motor del equipo, el juvenil con pase, conducción y presión alta hizo poner en marcha al equipo que a los 25′ igualó el resultado con un gol de Tevez tras una falta al Pipa que el referí dejo seguir con buen criterio. Boca seguiría manejando la pelota a veces con más empuje que claridad pero siempre inquietaba el arco de un equipo rival que se replegaba e intentaba aprovechar alguna salida rápida por la espalda de Más.

En el segundo tiempo, el cambio de Espinosa por Benedetto fue provechoso para un equipo que pasó a tener a un extremo definido que podía abrir la defensa con habilidad y velocidad. Por él, llegó el segundo gol a los 69′, tras una jugada individual excelsa y un centro que fue rechazado por la defensa, Cardona conectó un derechazo que se clavó abajo siendo inalcanzable para el arquero. Después, con el ingreso de Chicco por Zárate, el Xeneize tuvo más circulación en el juego y bajó la verticalidad que imprimía en cada jugada, así relajo el partido y lo manejo a piaccere.

Carlos Tevez volvería a marcar a los 73′ tras otra buena jugada y una linda asistencia de Espinosa. El mismo Apache se iría reemplazado por Bebelo Reynoso y sería ovacionado de pie por la Bombonera. A falta de tres minutos para el final, Buffarini hizo su primer gol en Boca con una bomba de zurda que se incrustó en el ángulo del arquero de Tigre, fue un gol similar al que hizo el Negro Ibarra alguna vez frente a River.

Con este buen resultado y la fiesta de la tribuna desde el primer minuto, el equipo y el cuerpo técnico ya tienen una sola cosa en la mente, dar la vuelta en el monumental.

Redacción: Martín Casafu

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